El impacto que las interconexiones entre las personas y la tecnología están teniendo en las organizaciones, es cada vez mayor y su alcance incrementa con velocidad. Francia, por ejemplo, pasó del 14% de su población conectada y en línea en 2000 a más del 85% en 2014, y una penetración de usuarios de teléfonos inteligentes del 25% en 2012 al 50% en 2015.